Provocadora, radicalmente salvaje.
Enigmatica, provocadora, envolvente, toda en una, solo apta para almas rebeldes.
Una fusión de la exótica flor de tamarindo y frutos silvestres. Su corazón de rosa eléboro le da un giro afrodisíaco.
Inspirada en las luces de la noche, su fondo es cautivador gracias a la vainilla negra.